Coaching: El ancla en momentos turbios

En tiempos de cambios bruscos e incertidumbre, es habitual que necesites sentir más que nunca el ancla que te aferra y que te aporta estabilidad. Se trata de esa base que evita que te desmorones, y que te ayuda a mantener la calma y el foco en lo que es importante. Pero, ¿cómo mantengo el foco en este momento?

Un aliado

Mi propuesta es que desarrolles una estrategia para identificar tus puntos fuertes y tus áreas de mejora. Puedes utilizar un Mapa Mental, por ejemplo, para que de manera visual tengas una visión global. Otra herramienta es una rueda de la vida, mándame un mail y te enviaré el formato con el que yo trabajo en mis sesiones.

Estos ejercicios los puedes hacer de manera previa a buscar la ayuda de un coach aliado. De este modo, podrás iniciar tu sesión de coaching online con un objetivo claro.

¡Enfócate!

Es probable que, precisamente ahora que necesitas más claridad que nunca, tengas en tu cabeza un montón de pensamientos confusos y contradictorios del tipo «me gustaría, pero se espera de mi otra cosa», o «¿qué pasa si lo hago y me equivoco?, ¿qué van a decir en el trabajo/en casa/los amigos?, etc.

Lo cierto es que estos pensamientos siempre han estado ahí, pero ¡a río revuelto ganancia de pescadores! Tu saboteador interno no pierde ni un minuto en evitar que tú avances y te desarrolles, ya que para él lo más fácil es que nada cambie y tú seas la persona de siempre. Pretende que te quedes en tu zona de confort. ¿Es eso lo que tú realmente quieres?

Te propongo que te enfoques, por ejemplo a través de una sesión de coaching online de perspectivas. Veamos cuántos ángulos diferentes puedes descubrir sobre ese tema que te inquieta.

Gestiona tus emociones

Ya sabes que las emociones no son buenas ni malas, simplemente son emociones, que en función de tu predisposición ante la vida, puedes percibir de una manera u otra. Si sientes que hay en ti emociones que te están haciendo mal, entonces es el momento de gestionarlas, ya que su misión es trasmitirte esa sensación para que reacciones y, no dejarán de «hablarte» hasta que las gestiones. Por tanto, ¿qué me dices si nos ponemos manos a la obra? Armate de valor y atrévete a gestionar esas emociones que te limitan a hacer las cosas que realmente quieres.

Es posible que pienses que a través de una sesión de coaching online el resultado no será el mismo que si fuera una sesión presencial, pero si una vez acabada la sesión sientes que no te ha aportado nada, te devuelvo tu dinero. ¿Qué me dices ahora?

Date permiso

Por último, me gustaría que dentro de la vorágine de tu día a día, pienses en cuántas veces te das permiso para algo. Quiere decir, cuántas veces piensas en ti, y solo en ti, y te das el capricho para hacer algo que te aporta, y te das permiso para disfrutar un rato de tu tiempo, y tomas la iniciativa para hacer algo que te haga sentir bien, sin importar nada más que tú.

Si esas ocasiones son menos de 3 al mes, te pido que por favor te des permiso para hacer una sesión de coaching online en la que puedas centrarte en ti.